No podíamos estar mucho tiempo sin un hocico peludo en casa... esta es Suria, una podenquita de cuatro meses, adoptada hace tres semanas. Le encantan los ovillos -da igual que sean de lana que de algodón-, y le apasiona el huso.
No hay más que ver la cara de loca que pone en cuanto lo ve, y lo que le gusta apoderarse de él -el pobre-.
Me acuerdo mucho de Liuia y su "caja fuerte" de lata. Tendré que contratar "seguridad" para mis lanas.